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-Chinchan, puedes traerme un plato, por favor. Yo no puedo cogerlo, tengo las manos ocupadas.
-Ahora no puedo. Yo también tengo los pies ocupados.
-Se puede saber en qué tienes los pies ocupados.
-Pues... es que... estoy leyendo un libro con los pies.
-Venga, por favor, tráeme un plato. Anda, lo necesito de veras.
-No quiero.
-Pues, muy bien. Así que si no quieres ayudar, quiere decir que prefieres cobrar, ¿no?
-Pero si acabas de decir que tienes las manos ocupadas.
-Ahora ya no las tengo. Ven aquí, ven aquí... maleducado... Se puede saber por qué no me haces caso, ¿eh?
-Tengo los pies ocupados. Ya te lo he dicho. No te acerques. La pistola de rayos.
-Ah....... me has matado. ¿Crees que tengo cara de querer jugar? ...
-Ostras, no quieres jugar conmigo?
-¿A ti qué te parece? ...Ya te tengo. ... ¿Y ahora qué pasa?
-No veo nada.
-Shinnosuke, ¿dónde te has metido? ...Ah... ¡qué daño me he hecho!
-Te lo tienes bien merecido, Misae, por burra. .. Ultra pistora de rayos. ¿Qué? ¿Te crees que me pillarás? Mira, mira, estoy aquí. Atrápame si puedes.
-Ya te tengo.
-¿Cómo me has encontrado?
-Qué inocente eres. Tengo una técnica especial. Toma. ... Uy... ¡cuánto humo! Encenderé el extractor. ..Claro, si se ha ido la luz, vaya....el arroz no estará....y estará totalmente crudo.
-Mamá, mira, está todo oscuro.
-Vaya, debe ser un apagón general. Eso quiere decir que no han saltado los plomos. Quizá haya caido un rayo en alguna central o algo así.
-Viva, viva, está todo a oscuras. Se está todo a oscuras... todo a oscuras.
-Pero qué tonto eres. No te das cuenta de que no podrás ver Ultrahéroe.
-¿Por qué?
-Pues porque si no hay luz, Shinchan, el televisor no funciona, ¿lo entiendes?
-¿Y qué? Programaré el video para grabármelo.
-No, me prerece que no lo ha entendido.
-¿Dónde estará la linterna? Estaba convencida de que estaba en este cajón.... no, creo que la guardé en este armario. Shinnosuke, para de hacer el tonto y sal de aquí inmediatamente.
-¿Cómo sabías que estaba aquí dentro jugando a hacer de luciérnaga, mamá?
-Porque hace ya más de 5 años que nos conocemos. Si tanto quieres jugar a hacer de luciérnaga, te recomiendo que te quedes aquí dentro y no salgas nunca más.
-No, mamá, no. Sólo era una broma.
-No te muevas e ilumíname las manos, ¿vale?... Y ¿ahora qué te pasa?
-Es que tengo pipí, tengo que ir al lavabo.
-Oye, eres bastante mayor como para ir al lavabo tú solito, ¿no?
-Pero es que ahora está muy oscuro.
-Bueno, está bien, llévate la linterna. Pero date prisa, de acuerdo.
-No. ... Acompáñame, mamá.
-Sí, hombre, y qué más. ... Hacía tantos años que no cocía el arroz en el fuego. Ánimo, Misae, lo lograrás. Lo herviré a fuego lento. Me había olvidado de Shinnosuke. ¿Cuánto tarda? A ver si se ha escurrido por la taza del wáter... ¿Shinchan, Shinnosuke? Shinnosuke, ¿dónde está? Shinchan, ¿dónde estás, Shinchan? Vaya, ¿dónde se habrá metido? Y con esta oscuridad, seguro que no puedo encontrarlo... Claro, creo que tenía aquí algunas...
-¿Qué estabas haciendo, mamá?
-¿Y tú qué estabas haciendo?
-He pensado que Nevado se sentiría muy solito en la oscuridad.
-Vaya, has ido a buscar a Nevado. Qué corazón más grande.
-Hay que estar bien preparado. Nunca se sabe qué puede pasar.
-Oh... cuánta luz.
-Eh, familia, ¿estáis bien?
-Hiroshi, ¿te has hecho daño?
-Misae, Shinnosuke, ¿no os ha pasado nada, verdad?
-No, a nosotros no. Pero a ti, ¿cómo estás? Se ha oido un buen golpe. Te has hecho daño, ¿cielo?
-Nada, no mucho, sólo un poquito de nada... Me alegro mucho de ver que los dos estáis bien. ¿Qué es este olor?
-Huele a quemado.
-Ostras, he dejado el arroz en el fuego.
-Misae, no vemos absolutamente nada. Tráenos al menos una vela.
-Viva, viva, parece una “haguiera”
-No se llama así, Shinchan. Se dice “hoguera”. De vez en cuanto tiene su encanto cenar a la luz de una vela, ¿no os parece? Hasta la comida sabe diferente.
-Tienes razón.
-Uau, mamá, hoy estás especialmente guapa.
-Vaya, ¿de veras? Jajaja... Mira, ya ha vuelto la luz.
-Seguro que el apagón lo ha provocado un rayo.
-Ahora que te veo bien, ya no te veo tan guapa como antes.
-¿Qué es lo que has dicho?
-¿Qué es esto? Este arroz está pasado y además, está quemado.
-Es que cuando ha empezado a hervir, se ha ido la luz. Entonces lo he hervido en el fogón. Pero me he despistado buscando a Shinchan y se ha quemado un poco.
-Y ¿eso qué? El pescado parece una suela de zapato. ¿Qué tal si lo acabas de chamuscar?
-Oye, Hiroshi, hace un momento estabas diciendo que todo estaba muy bueno.
-Pero Shinnosuke, verdad que...
-Sabes lo que podemos hacer. Ahora ya no hay quejas, ¿verdad? ... exquisito...
-¡Qué cara más dura!
-¿Qué pasa? ¿No cenais?
-Sí, claro, verdad, Shinnosuke.
-Sí, a comer.
-Ahora no puedo. Yo también tengo los pies ocupados.
-Se puede saber en qué tienes los pies ocupados.
-Pues... es que... estoy leyendo un libro con los pies.
-Venga, por favor, tráeme un plato. Anda, lo necesito de veras.
-No quiero.
-Pues, muy bien. Así que si no quieres ayudar, quiere decir que prefieres cobrar, ¿no?
-Pero si acabas de decir que tienes las manos ocupadas.
-Ahora ya no las tengo. Ven aquí, ven aquí... maleducado... Se puede saber por qué no me haces caso, ¿eh?
-Tengo los pies ocupados. Ya te lo he dicho. No te acerques. La pistola de rayos.
-Ah....... me has matado. ¿Crees que tengo cara de querer jugar? ...
-Ostras, no quieres jugar conmigo?
-¿A ti qué te parece? ...Ya te tengo. ... ¿Y ahora qué pasa?
-No veo nada.
-Shinnosuke, ¿dónde te has metido? ...Ah... ¡qué daño me he hecho!
-Te lo tienes bien merecido, Misae, por burra. .. Ultra pistora de rayos. ¿Qué? ¿Te crees que me pillarás? Mira, mira, estoy aquí. Atrápame si puedes.
-Ya te tengo.
-¿Cómo me has encontrado?
-Qué inocente eres. Tengo una técnica especial. Toma. ... Uy... ¡cuánto humo! Encenderé el extractor. ..Claro, si se ha ido la luz, vaya....el arroz no estará....y estará totalmente crudo.
-Mamá, mira, está todo oscuro.
-Vaya, debe ser un apagón general. Eso quiere decir que no han saltado los plomos. Quizá haya caido un rayo en alguna central o algo así.
-Viva, viva, está todo a oscuras. Se está todo a oscuras... todo a oscuras.
-Pero qué tonto eres. No te das cuenta de que no podrás ver Ultrahéroe.
-¿Por qué?
-Pues porque si no hay luz, Shinchan, el televisor no funciona, ¿lo entiendes?
-¿Y qué? Programaré el video para grabármelo.
-No, me prerece que no lo ha entendido.
-¿Dónde estará la linterna? Estaba convencida de que estaba en este cajón.... no, creo que la guardé en este armario. Shinnosuke, para de hacer el tonto y sal de aquí inmediatamente.
-¿Cómo sabías que estaba aquí dentro jugando a hacer de luciérnaga, mamá?
-Porque hace ya más de 5 años que nos conocemos. Si tanto quieres jugar a hacer de luciérnaga, te recomiendo que te quedes aquí dentro y no salgas nunca más.
-No, mamá, no. Sólo era una broma.
-No te muevas e ilumíname las manos, ¿vale?... Y ¿ahora qué te pasa?
-Es que tengo pipí, tengo que ir al lavabo.
-Oye, eres bastante mayor como para ir al lavabo tú solito, ¿no?
-Pero es que ahora está muy oscuro.
-Bueno, está bien, llévate la linterna. Pero date prisa, de acuerdo.
-No. ... Acompáñame, mamá.
-Sí, hombre, y qué más. ... Hacía tantos años que no cocía el arroz en el fuego. Ánimo, Misae, lo lograrás. Lo herviré a fuego lento. Me había olvidado de Shinnosuke. ¿Cuánto tarda? A ver si se ha escurrido por la taza del wáter... ¿Shinchan, Shinnosuke? Shinnosuke, ¿dónde está? Shinchan, ¿dónde estás, Shinchan? Vaya, ¿dónde se habrá metido? Y con esta oscuridad, seguro que no puedo encontrarlo... Claro, creo que tenía aquí algunas...
-¿Qué estabas haciendo, mamá?
-¿Y tú qué estabas haciendo?
-He pensado que Nevado se sentiría muy solito en la oscuridad.
-Vaya, has ido a buscar a Nevado. Qué corazón más grande.
-Hay que estar bien preparado. Nunca se sabe qué puede pasar.
-Oh... cuánta luz.
-Eh, familia, ¿estáis bien?
-Hiroshi, ¿te has hecho daño?
-Misae, Shinnosuke, ¿no os ha pasado nada, verdad?
-No, a nosotros no. Pero a ti, ¿cómo estás? Se ha oido un buen golpe. Te has hecho daño, ¿cielo?
-Nada, no mucho, sólo un poquito de nada... Me alegro mucho de ver que los dos estáis bien. ¿Qué es este olor?
-Huele a quemado.
-Ostras, he dejado el arroz en el fuego.
-Misae, no vemos absolutamente nada. Tráenos al menos una vela.
-Viva, viva, parece una “haguiera”
-No se llama así, Shinchan. Se dice “hoguera”. De vez en cuanto tiene su encanto cenar a la luz de una vela, ¿no os parece? Hasta la comida sabe diferente.
-Tienes razón.
-Uau, mamá, hoy estás especialmente guapa.
-Vaya, ¿de veras? Jajaja... Mira, ya ha vuelto la luz.
-Seguro que el apagón lo ha provocado un rayo.
-Ahora que te veo bien, ya no te veo tan guapa como antes.
-¿Qué es lo que has dicho?
-¿Qué es esto? Este arroz está pasado y además, está quemado.
-Es que cuando ha empezado a hervir, se ha ido la luz. Entonces lo he hervido en el fogón. Pero me he despistado buscando a Shinchan y se ha quemado un poco.
-Y ¿eso qué? El pescado parece una suela de zapato. ¿Qué tal si lo acabas de chamuscar?
-Oye, Hiroshi, hace un momento estabas diciendo que todo estaba muy bueno.
-Pero Shinnosuke, verdad que...
-Sabes lo que podemos hacer. Ahora ya no hay quejas, ¿verdad? ... exquisito...
-¡Qué cara más dura!
-¿Qué pasa? ¿No cenais?
-Sí, claro, verdad, Shinnosuke.
-Sí, a comer.
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